[Recordando] Pokémon Pinball

Por: Carlos Saravia

Recordando

El pasto siempre es más verde en el patio del vecino; como en el caso de mi vecino Chelo, quien me provocó envidia por primera vez gracias a que, un día como hoy —14 de abril, pero del año 1999—, Nintendo lanzó para la Game Boy Color un juego desarrollado por Jupiter Corporation: Pokémon Pinball.

Yo jugaba con tierra en el patio cuando mi vecino Chelo —o Chelito, como le decía su mamá— apareció del otro lado de la reja y me dijo: «Mira, mi papá me regaló esto. Vibra cuando Pikachu hace impactrueno. Mi papá dice que esto se llama Rumble Pack».

Yo lo veía jactarse de su habilidad en el mediocre tablero azul. Me impresionaba demasiado que la pelota del pinball fuera una pokébola. Cada día, Chelo llegaba a presumir que había capturado otro Pokémon, y que estaba llenando su Pokédex, aunque nunca uno exclusivo del tablero rojo. No sé cómo había hecho para aprender a capturarlos o a evolucionarlos o para cambiar de área en la partida. Quizás el privilegiado niño  tenía acceso a internet y, por lo tanto, a Trucoteca. Cosas que vine a conocer años más tarde.

Finalmente, estallé cuando vino a contarme que su papá le había ayudado a capturar a Mew. Le quité la Game Boy y la reventé en el piso. El pendejo soberbio corrió llorando a acusarme con su mamá.

Mucho tiempo después, cuando por fin pude jugar Pokémon Pinball en el tablero rojo —como corresponde—, el vecino Chelo ya se había cambiado de barrio. No por mi culpa. Lo juro.