[Recordando] Redfall
Por: Carlos Saravia
Recordando
A veces llega gente al barrio que uno no termina de conocer del todo, pero sà lo suficiente como para que se vuelva molesta. Tal fue el caso de mi vecino Jorge, el Rabioso, quien —gracias a que Arkane lanzara Redfall un dÃa como hoy, 2 de mayo, pero del año 2023— me interrumpió varias noches de sueño.
Algún vecino en situación de necesidad monetaria le habrá arrendado una pieza a Jorge, que jugaba hasta altas horas de la madrugada el FPS mata-vampiros. ¿Cómo lo sé? Por sus gritos: «¡Dispara!», «¡Se bugueó de nuevo!», «¡Vampiro de mierda!», «¿¡Qué hace ahÃ!?», «¿¡Por qué no se defiende!?». Poco le importaron, a este nuevo vecino, mis reuniones a primera hora con los directivos de un extinto medio de videojuegos con el que trabajé.
Consulté a otros vecinos y tenÃan la misma queja: ruidos molestos. Investigué sobre juegos de vampiros que provocaran la ira y llegué Redfall. Lo descargué y entendà todo. Acabé con la carrera de algunos crÃptidos usando a Devinder Crousley, a mi juicio el más potente de los cuatro personajes principales. Algo pude hacer con el control de masas.
Debo decir que la narrativa y el arte sonoro del juego no ameritan tanto gritoneo. SÃ, lo pasé bien con las misiones de refugio, pero se tornaron muy repetitivas: terminas la oleada de cultistas, luego las de la de la milicia privada, matas a un jefe atorado en sus patrones de movimiento, y ya. Una vez el hermoso caos del multiplayer me hizo jugar con Jorge, escogió a Layla y su exnovio se la pasó dando brincos y maldiciendo.
¿Qué cómo supe que era él? Se me coordinaron los insultos que oà en el juego con los que escuché de mi vecino. ¡Déjame dormir mierda! Fue todo lo que dije esa partida. Después borré el juego.
Si estuviste en las reuniones matutinas, pido perdón por mis ojeras. Fue culpa de Arkane y su festival vampiresco de bugs. Finalmente creo que entiendo bastante las reacciones de Jorge el rabioso: pagar dinero por jefes idiotas, soldados lentos y bugs más aterradores que los vampiros es bastante frustrante.
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