[Recordando] Star Wars: Republic Commando
Por: Aarón "Wafele" V.
Recordando
Sentándome a escribir esta efeméride, me di cuenta que tenÃa más recuerdos de lo que pensaba sobre esta entrega. Antes, cuando el acceso a internet era limitado, la piraterÃa se manifestaba de otras maneras. Era en esos puestos de la feria, donde solo habÃa una manta tirada en el suelo coloreada por las llamativas portadas de cada uno de los CDs. A este panorama se le sumaban algunos estuches de tela que al abrirlos presumÃan un envidiable catálogo de videojuegos; habÃa para todos los gustos.
No sabrÃa decir cuándo fue ni qué edad tenÃa, pero lo que sà recuerdo es la emoción que me causó ver esa icónica portada del Star Wars: Republic Commando. Lanzado un dÃa como hoy, pero en 2005, la carátula de este FPS me voló la cabeza. Y estoy seguro de que no fui el único al que le pasó. Ese dÃa, fuimos mi viejo y yo a nuestro panorama de padre e hijo de todos los sábados: vitrinear juegos en la feria. Fue con él con quien compartà mi emoción de haber encontrado esta joyita. No sé si habrá sido el brillo en los ojos de ese pequeño niño ilusionado o simplemente su amor a la icónica saga de George Lucas lo que lo llevó a gastar parte del dinero para las verduras en este videojuego.
Entonces mi viejo era quien jugaba estas aventuras y yo solo miraba con entusiasmo. Pero fue con esta obra que todo comenzó a irse al carajo. Los increÃbles gráficos que tenÃa para la época y su buen uso del Unreal Engine 2; su propuesta que combinaba a la perfección lo táctico con lo frenético; y sobre todo su gran dirección artÃstica, lo volvieron un adicto.
Su afición por la entrega desarrollada por LucasArt era tal que cuando llegaba de la pega y apenas ponÃa un pie en su pieza, lanzaba su bolso a la cama y se iba directo al computador de escritorio familiar que tenÃamos entonces. Ni siquiera se cambiaba la ropa del trabajo.
Allà pasaba horas y solo interrumpÃa sus largas partidas para tomar once. Algo que de seguro hacÃa a regañadientes. Para ser francos, a esa edad me daba igual, pues cada extensa jornada de este vicio significaba adentraros más y más en la historia del Escuadrón Delta. Tristemente, la emoción no duró porque mi viejo vivió la pesadilla de todo gamer: quedarse atrapado en una de sus misiones iniciales. Aún recuerdo su frustración al morir y ver a sus fieles compañeros del escuadrón de élite intentando revivirlo.
Como buen adicto, él regresaba con entusiasmo para recibir su dosis diaria de acción y seguir intentándolo una y otra vez. ParecÃa disfrutar el desafÃo. Pero todo lo bueno tiene su fin: este vicio debÃa suprimirse antes de que se saliera de control. O eso pensaba mi vieja.
En un destello de conciencia, y luego de varias discusiones, mi padre se dio cuenta de sus actos y con profunda tristeza arrancó el problema de raÃz. De golpe y sin titubeos, Star Wars: Republic Commando fue enviado a la papelera de reciclaje y relegado al olvido.
Al menos asà fue para él. Décadas después, yo lo volvà a jugar para revivir esas misiones que marcaron mi infancia y enfrentarme —con cierto temor—, a esa etapa que lo tuvo semanas atrapado. Creo que tras disfrutar estas increÃbles 5 horas de entretención que ofrece su historia y lograr terminar el que se convertirÃa en uno de mis videojuegos favoritos de Star Wars, puedo decir con autoridad que mi viejo era terrible manco.
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